MudBloods | Capítulo 2 ─ Los buenos momentos van de la mano con los malos...

Los buenos momentos van de la mano con los malos...

Los días de esfuerzo dieron sus frutos. Sin importar lo mucho que intentará, alguien como Sailor rara vez sería aceptado en la milicia para caballeros. Después de todo, él es un plebeyo y los plebeyos nunca serían parte de la nobleza. Aun así, él lo hizo. Quizá fue gracias a su esfuerzo por entrar en los buenos libros de los nobles o por pura suerte, pero él lo consiguió. A partir de ahora ya no sería un simple personaje de relleno; él sería un caballero en la primera línea... 

Bueno, ser carne de cañón es algo...

Después de salir del salón para las entrevistas, Sailor se dirigió rápidamente a su hogar, no sin antes contarle a sus amigos sobre las buenas nuevas. Claramente estaba extasiado; orgulloso de ser él y no otro, pero al entrar en su casa no escuchó ni una sola ovación. 

Solo fue recibido con el puro silencio y la mirada perdida en los ojos de sus familiares. Algo andaba mal o ellos simplemente nunca pensaron que él lo conseguiría, talvez estaba pensando de más. Tal vez deseaba solo estar pensando de más... 

Pero a veces recibes algo a cambio de algo.

Hubo una extraña carcajada que rompió el silencio, luego hubo un llanto rasposo; era el llanto de un hombre de mediana edad, estaba lleno de desesperación y dolor.

El chico ya tenía una idea de lo que pasaba. 

Pero aún así... 

Si solo fuese una falsa alarma él estaría más que agradecido.


El chico entro a la habitación de sus padres; allí solo había un hombre abrazando el frío cadáver de una mujer... Sailor, sin idea de que hacer o decir; colapsó sin poder controlarse, allí cayó en llanto. Allí fue golpeado por el sabor agridulce del karma. Después de todo, lo que hizo para ganar los favores de los nobles no era algo bueno...

Los días pasaron con un sabor amargo para Sailor, él claramente deseaba estar soñando; pero incluso los sueños tienen un final.

Por desgracia, los funerales de los plebeyos no eran tan bonitos y los de la milicia ya habían informado a Sailor para que regrese al pabellón antes del atardecer.

Con el tiempo tan ajustado, solo podían cremarla o enterrarla en un lugar cualquiera. Ni siquiera pudieron conseguir un ataúd a la medida, eso ya se consideraba un lujo.

Así de mal eran los funerales de plebeyos, pero a Sailor ya no le importaba nada.

En este día gris, solo podía despedirse de ella y jamás volver a verla.

—Solo, solo quiero agradecerte por todo lo que me diste; no sabes cuanto te extraño mamá... ¿Ya puedes volver? ¿puedes darme otro de tus regaños? ¿puedes~?

Sailor se quedo de pie junto a la tumba casera de su madre, en silencio esperando una respuesta que jamás llegaría.

Sus hermanos ya habían vuelto a casa con su padre. Ellos debían seguir con sus vidas ya que la muerte no era nada tan extraño en estos tiempos de caos.

Pero a Sailor le molestaba que todo sea tan simple; quizá si fuera un tiempo de paz, este funeral no hubiese durado tan poco.

Quizá de esa forma podría considerarse una despedida adecuada.

¡Sigh!, un gran suspiro salió de Sailor; su aliento blanco demostró cuan frío estaba el lugar.

Aun así, ya era hora de volver y continuar con su vida.

Se oyeron varios pasos, Sailor volteó para ver quién había regresado.

Pero no reconoció la figura que vio, era un muchacha hermosa con una cabellera violeta y varias marcas en su cuerpo similares a los tatuajes que usaban los criminales del lejano oriente, tal vez eran una moda de la gente de otros lugares y esa chica llegó a su lado por que estaba perdida.

Sailor no lo sabía. Pero cuando trató de hablar. La chica soltó una que otra frase motivacional.

Sailor sabía que eran palabras vacías, pero esas palabras lo ayudaron.

—Sé que esto es duro, pero debes saber que ella estará siempre a tu lado... Aquí.

El frágil dedo de la muchacha apuntó a corazón de Sailor.

poco después hubo un ruido cerca de las hierbas del suelo, se trataba de un pequeño animal con forma de gato, solo fue un momento de distracción, pero cuando él volteó para responderle a la chica, ella ya se había ido.

 Sailor solo pudo guardar sus palabras de agradecimiento en su corazón.